SÍDNEY, 22 jul (Reuters) – El último Boeing 747 de Qantas Airways Ltd dibujó una cola de canguro en el cielo de la costa australiana el miércoles en su último vuelo con destino a su retirada en el cementerio de aviones del desierto de Mojave, EEUU, terminando así con el casi medio siglo de servicio del modelo en la aerolínea.
Owen Zupp, uno de los seis pilotos a bordo del último vuelo, adelantado varios meses debido a la pandemia de COVID-19, dijo que reflexionará sobre el evento una vez que su equipo hubiera entregado el avión a salvo a Estados Unidos.
“Una vez hecho esto, creo que será un recuerdo que podremos llevar con gran orgullo”, dijo Zupp a Reuters. “Es significativo no sólo para la historia de Qantas, sino también para la aviación”.
El máximo ejecutivo de Qantas, Alan Joyce, que firmó el jumbo antes de que despegara del aeropuerto de Sídney, dijo que el modelo había ayudado a que los viajes internacionales fueran más asequibles para los australianos.
“Superó la tiranía de la distancia que era y sigue siendo un problema para Australia”, dijo a una reunión de despedida en un hangar.
Los Qantas 747 transportaron a más de 250 millones de personas en casi medio siglo de servicio, incluyendo a la Reina Isabel II y a todos los equipos olímpicos australianos desde 1984. Qantas fue una vez la única aerolínea del mundo con una flota entera de 747.
El avión jumbo de cuatro motores, menos eficiente que los 787 de nueva generación y los A350 de Airbus, cayó en desgracia incluso antes de la pandemia de coronavirus, pero Qantas, British Airways, Virgin Atlantic y KLM han acelerado los planes de jubilación ante la brutal caída de demanda de viajes internacionales.
Qantas ha paralizado la mayoría de los vuelos internacionales hasta al menos julio de 2021 debido a las restricciones de viaje del Gobierno australiano.
Solo quedan 30 aviones Boeing 747 de pasajeros en servicio en todo el mundo y 132 están almacenados, según el proveedor de datos de aviación Cirium. De las aeronaves aún activas, un 93% se dedica al transporte de mercancías.
El CEO dijo que Qantas había vendido cinco de sus 747 a General Electric Co. El último avión entregará un cargamento en Los Ángeles antes de volar hacia el cementerio de aviones en el desierto de California, a la espera de su desguace.
Información de Jamie Freed, información adicional de Loren Elliott; editado por Jane Wardell, traducido por Michael Susin en la redacción de Gdansk